BIENVENIDOS QUERIDOS COMPAÑEROS LES INVITO INTEGRAR ESTE GRAN MOVIMIENTO, CAPAZ DE MOTIVAR CON SUS GRANDES MENSAJES CARGADOS DE ENERGIA A TODOS LOS QUE NOS SIGUEN DIA A DIA!

viernes, 11 de noviembre de 2011

COMENZARE A HACER CON GUNG HO AMIGOS!


La experiencia de leer este libro amplía mi visión para desarrollarme como persona y crea en mí el compromiso de hacer Gung Ho en mi lugar de trabajo, no todo está perdido por ser un organismo público.
Solo basta mirar más allá de nuestros ojos y abrir un poco más la mente, ya que si no se hace, nos estaríamos encerrando en un mundo estrecho. Con esta lectura comprendí que si  quiero ser un gerente exitoso debo visionar el futuro, debo divisar lo que quiero y crear en el camino para la realización de los planes que me proponga se logren, hacer que las personas que me rodean se comprometan y no solo sea importante para mí, sino también para mi grupo de trabajo, que se son parte importante de la organización. La motivación será la chispa que encenderá el compromiso, asignar la tarea adecuada al individuo adecuado, se convierte en parte fundamental del proceso motivacional, saber delegar funciones de acuerdo con las capacidades de los colaboradores hace que estos cumplan sus actividades bajo su responsabilidad, a esto le sigue el constante apoyo mutuo e incondicional. Por último debemos saber que si deseamos una organización exitosa, con gente feliz y comprometida en donde exista en excelente clima organizacional invadido por el positivismo y los buenos resultados, deje que el espíritu de la ardilla haga realidad el plan de Dios para tu organización, deje que el estilo del castor haga el plan de Dios para tus colaboradores y deje que el don del ganso sea el regalo de Dios para todos. En pocas palabras, aplica una de las mejores técnicas: el gung ho. ¡Qué esperas!, ponte en marcha sin perder el tiempo. ¡A la carga!

lunes, 7 de noviembre de 2011

APORTES AL LIDERAZGO TRASCENDENTE

Motivos trascendentes y valores
Los motivos trascendentes son los que atienden a resultados externos a mí, que benefician al otro desde mi acción. Trascienden mi acción y miran más a los demás (por ejemplo la amistad, el servicio, la solidaridad, construir comunidad) pero tienen una repercusión interior en mí. Se relacionan más con las necesidades afectivas. No es que estos motivos hagan al margen a los extrínsecos o externos o a los intrínsecos o interiores: les dan una significación superior.
El liderazgo trascendente se basa en valores y los realiza a nivel personal y los promueve a nivel colectivo. Esos valores no dejan que la persona se encierre en sí misma o los practique sólo para ella. Tienen una fuerza cultural que se puede percibir en la relación interpersonal.
Si en la definición de la Misión y la Visión se incluye también la definición de los valores, se tiene una plataforma más consistente a la hora de las estrategias.
El valor es un bien que perfecciona a la persona que lo realiza consciente y libremente a través de hábitos de comportamiento Los valores nos ponen en relación con los demás quienes constatan si los vivimos o si trascienden a ellos en forma de ejemplo para fortalecer la convivencia. Hay pues un proceso de arraigo en la conducta y de proyección cultural.
El liderazgo con valores necesariamente trasciende porque esa proyección es inevitable y, además, muy conveniente para verificar que el valor no es sólo un asunto personal sino social.
Los demás verifican nuestros valores. Sobre todo si hablamos de valores éticos. Una persona honesta no lo es para sí, lo es en relación a los otros. Se desencadena un proceso que va más allá de uno y otro.
El proceso de arraigo del valor, de formación de los hábitos de acciones valiosas, parte de la persona y una vez que ella lo logra, trasciende a las organizaciones, llámense familia, escuela empresa, o sociedad. Además, los valores se conectan unos con otros en una especie de sistema de vasos comunicantes, que influyen unos en otros porque se trascienden unos a otros.
El dinamismo de los valores es continuo y produce un crecimiento interior que impulsa cada nuevo acto de valor y consolida los anteriores porque el hábito es un proceso psicológico que da estabilidad a las acciones.